CHEMIN DES DAMES

A lo largo de 26 km y en dirección este-oeste, el RD 18 CD, o Chemin des Dames, une Corbeny (en la D1044) y Les Vauxrains (en la N2) siguiendo una línea de cresta y la meseta que separa los valles de Aisne y Ailette. Mientras que Craonne, poco después de Corbeny, es la primera ciudad que realmente nos sumerge en la historia, el calvario del Ángel de la Guarda (en la D23, después del cruce de la N2 y la D18CD, en dirección a Chavignon), erigido en 1924 en memoria de los soldados de la Gran Guerra caídos en el Chemin des Dames y en las batallas de Malmaison, solía ser la entrada occidental. Esta puerta occidental está ahora representada por el intercambiador N2-D18CD

Los orígenes del Chemin des Dames

El Chemin des Dames toma su nombre de las hijas de Luis XV que se llamaban Mesdames. El camino se hizo especialmente transitable para dos de ellas (Marie-Adélaïde y Victoire) entre 1785 y 1789. De este modo, podían llegar desde París al castillo de Bove, cerca de Boucouville-Vauclair, propiedad de la duquesa de Narbona, dama de honor de Madame Adélaïde. Sin embargo, no es seguro que las damas lo hayan utilizado alguna vez.

La batalla del Camino de las Damas

Durante la Primera Guerra Mundial, las primeras líneas alemanas se establecieron en los primeros meses del conflicto al borde del Chemin des Dames, un lugar estratégico importante en esta región de Picardía que domina los valles del Aisne y del Ailette. A finales de 1916, cuando las fuerzas de ocupación habían aprovechado los muchos meses transcurridos desde su llegada para crear una gigantesca red de túneles y refugios, el Estado Mayor francés decidió lanzar una ofensiva para romper las líneas enemigas. Aunque el general Joffre fue designado inicialmente para dirigir la maniobra, fue el general Nivelle quien le sucedió en diciembre de 1916. Tras modificar los planes de ataque de su predecesor, Nivelle decidió lanzar la ofensiva el 16 de abril de 1917 a las 6 de la mañana.

Se lograron algunos objetivos, pero las pérdidas francesas fueron considerables desde el primer día. La ofensiva, que debía durar menos de 48 horas para Nivelle, se prolongó durante varias semanas y se convirtió en una auténtica hecatombe. Del 16 al 25 de abril, hubo más de 134.000 pérdidas en el bando francés, incluyendo 30.000 muertos. A partir del 22 de abril, Nivelle cambió su estrategia y decidió realizar ataques localizados para debilitar las líneas enemigas. Los generales Mangin y Mazel fueron relevados de su mando unos días más tarde y sustituidos por los generales Micheler y Maistre. El 4 de mayo, el 18º regimiento de infantería de Pau atacó y tomó Craonne y la meseta de California: el 40% de sus efectivos fueron diezmados. El 15 de mayo, el general Nivelle fue sustituido por el general Pétain. Desde el 20 de mayo hasta finales de junio, estallaron motines en más de 150 unidades repartidas por las líneas de batalla. Los tribunales militares condenaron firmemente a los soldados responsables o considerados responsables: 45 fueron finalmente fusilados, lo que causó un gran revuelo en el ejército pero también en la población. El 4 de junio, los nuevos ataques previstos se cancelaron a causa de los motines. Tras una importante contraofensiva alemana en la segunda mitad de junio, la 164ª División de Infantería capturó la Cueva del Dragón el 25 de junio. A continuación, se inició una serie de operaciones destinadas a controlar los puntos altos (Batalla de los Observatorios). Finalmente, el 24 de octubre, una ofensiva planificada por el general Pétain permitió a los franceses retomar el fuerte de Malmaison, que controlaba el acceso occidental al Chemin des Dames. Los alemanes abandonaron la meseta y se retiraron al norte del valle de Ailette. A pesar de esta última victoria francesa, la línea del frente sólo se modificó ligeramente y la batalla del Chemin des Dames quedará como un gran fracaso militar.

Tras otras batallas importantes (ofensiva alemana de mayo de 1918, contraofensiva aliada de julio de 1918), los alemanes no abandonaron definitivamente la zona hasta el 10 de octubre de 1918.

Al final, el número de pérdidas (muertos o heridos) se estima en 110.000 hombres en el lado francés, y entre 60.000 y 80.000 en el lado alemán.