UNE TARTINE DE BONHEUR
Pascal Emeriau, el panadero, hace la elección de los productos locales, como la sal de Guérande producida por un paladar independiente. Todos sus panes están diseñados con harina resultante de una cultura razonada controlada o de la harina biológica aplastada en la manada de piedra. El Pascal, instalado aquí en 2003, tiene por ambición proponer pan, símbolo de compartir, en todas sus formas, pan de campaña en la tarta de botas, pasando por el Forestier, Ciestrita, la escaneada, el pan del maestro, la varita galesa, el pan con ingredientes… La mie, sabrosa y aleventa y la corteza sabrosa y crujiente son la pata del panadero apasionado. Cabe destacar que el pan puede conservarse varios días. La carta completa de los panes propuestos está disponible en el sitio web.