Restaurante estaminet con terraza que ofrece terrina casera en Phalempin.
¿Quieres volver a los bancos de la escuela? Este estacionamiento reaviva los recuerdos de la infancia. Nos encanta la idea. En las paredes encontramos fotos de los alumnos. En los senderos de mesa, tendrás el placer de hacer algunos ejercicios antiguos. La terraza, instalada en el patio de recreo conservada al mismo tiempo, es una delicia para los ojos. Las imágenes vuelven a la cabeza. El viaje en el tiempo es encantador. En cuanto a la cocina, la escapada también es sabrosa. Francos exitosos: el crujiente en el Viejo Lille y está lleno de avellanas o la terrina casera. Los platos regionales son fielmente ejecutados: carbonada, Potjevleesch, welsh. La recepción no es tan fría como los vigilantes de antaño. El servicio hará una copia impecable. 10 sobre 10, con las felicitaciones y el aliento del Pequeño Fué.
L’accueil et le service tout au long du repas ne mérite aucun reproche ! Des serveurs rapide efficace toujours avec le sourire !
Concernant la nourriture, un délice !
Une carbonade flamande et un poulet au maroilles comme on adore !
Je recommande cet établissement les yeux fermés et j’y retournerais !
Avec mon amie nous nous sommes régalé ! Plat et dessert délicieux !
Une bonne ambiance et le personnel est super sympa!!
La cuisine nous fait toucher le bonheur du doigt.
Mentions spéciales à Marie , notre serveuse, elle est tout simplement très attachée à son travail et très agréable.
Merci pour cette soirée