Restaurante de cocina casera con un menú de mediodía especialmente interesante.
Este agradable establecimiento instalado en el gran bulevar colocado en la casa. El chef Grégory Gressier utiliza productos frescos de temporada para diseñar su carta. La fórmula del mediodía es especialmente interesante. Hoy: crema de panés, capuchino de foie gras en entrada, estufiada de cerdo de montaña con limón confitado acompañado de un arroz perfumado a las pequeñas verduras y para terminar una crema de chiloña con naranja, emulsión limón verde y mergina en verrina (postre del día extra). El chef también propone el Quesne Burger o el pavimento de salmón en 4 cocción (salado, ahumado, cocido a la plancha y acabado al vapor). Destaca que Gregory es pastelero de formación y eso se siente en la calidad de sus postres. Los becos azucarados se llenarán. El trato es agradable y agradable. Un lugar que hay que tomar sin dudarlo.
Les cocktails sont DÉLICIEUX (je vous conseille le mojito 10/10)
Les plats sont excellents et la quantité est au rendez-vous. En ayant pris entrée et plat, nous n’avions plus aucune place pour le dessert !
Nous reviendrons goûter vos autres plats à la carte !