GRAND HÔTEL DE FRANCE * * *
Este espléndido hotel con el encanto de antaño atestigua cómo eran los años prósperos de los primeros tiempos del termalismo en los Altos Pirineos. Si tiene más de cien años, ha evolucionado a lo largo de los años para ofrecer todo el confort necesario para una estancia agradable. Y en esta atmósfera intemporal, ciertamente lo son! Apenas se empuja la puerta de este establecimiento cargado de historia, el ambiente silencioso y elegante del lugar, que ha conservado, con sus bellos volúmenes y materiales nobles, todo el carácter de la Belle Époque. Cabe destacar, por ejemplo, esta majestuosa escalera, que combina madera y hierro forjado, que se utiliza para llegar a las habitaciones, instalada en dos niveles. Esta arquitectura excepcional inspira su decoración, que se mantiene en el mismo tono, los toques de modernidad que marcan el conjunto y los pequeños balcones que ofrecen una espléndida vista de las montañas: ¡qué delicia este establecimiento! El servicio es impecable, la calidad de la acogida a destacar y en el lado de la restauración, no dude en optar por paquetes de media pensión: una deliciosa cocina local está garantizada. El desayuno es suntuoso en una versión rica, dulce y salada: nada falta en este magnífico hotel.