CASTILLO DE MAUVEZIN
El castillo de Mauvezin, vestigio medieval con una mazmorra con guijarros rodados de los Arros y murallas, alberga un museo arqueológico
La presencia del castillo de Mauvezin se remonta probablemente al siglo XI. Se menciona por primera vez en un tratado de paz firmado entre Sanche de Labarthe y Beatriz de Bigorra. A lo largo de su historia, ha servido varias veces como símbolo de buena voluntad y paz, pasando de mano en mano entre antiguos enemigos. En el siglo XI, era una construcción de madera de la que no queda nada, aparte de la mota castral sobre la que se edificó. Estaba rodeada de patios protegidos por fosos y empalizadas. Uno de ellos es hoy el cementerio del pueblo. El castillo ocupaba una posición estratégica en las fronteras de los territorios de Comminges, Bigorra, Armañac, Aure y Labarthe. Adoptó su forma actual de torre fortificada rodeada de una alta muralla en los siglos XIII y XIV. Se le ofreció el castillo a Gastón Febo en 1379, quien mandó construir la torre. En el siglo XV, Juan I de Narbona privó al castillo de su función defensiva y lo convirtió en residencia condal. Hizo colocar su lema «j'ay belle dame» («tengo una bella dama») sobre la puerta de entrada. Tras su muerte, el imponente edificio cayó en el olvido. Fue utilizado como prisión durante las Guerras de Religión del siglo XVI. Durante la Revolución, el castillo fue nacionalizado y los habitantes lo utilizaron como cantera para construir o reparar sus casas. El castillo cayó en la ruina y el olvido hasta que en 1981 se inició una importante campaña de restauración para devolverle su austero esplendor.