CHALET LA GRANGE DE HOLLE
Un poco encima del pueblo de Gavarnie, es un refugio en plena naturaleza que abre sus puertas… y hay que verla, esta naturaleza. El lugar es excepcional, lejos de cualquier agitación turística, ofrece un marco como sólo los adeptos a la montaña suelen ver. Su fácil acceso permite que los menos deportistas lo saban, aunque los excursionistas son los primeros en disfrutar. Bien equipado con edredones y mantas, una calefacción y mesas de cocción, el chalet es una pequeña joya que ha conservado el alma de la antigua manada que era. Tranquilo, lo es sin duda, relajante y resguardado, es una opción que no se olvida para saborear Gavarnie a menos coste. Los niños se desfilan en este espacio sin fronteras y el restaurante con terraza es perfecto para disfrutar de una cocina variada que cambia según los días, desde la delbe a la conjunoa de ternera, según la inspiración. Frente a la puesta de sol o en el amplio comedor típico de los Pirineos, estarás muy bien y en invierno, la chimenea se añade al ambiente. Sólo puedes burlar si te apetece y Philippe, el vigilante ultra dinámico, es un verdadero personaje.