LE FAUTEUIL ROULANT FRANÇAIS
El 4 de enero de 2018, Édouard Detrez partió a distancia desde Lectoure. Con el cuerpo atornillado en su silla de ruedas francesa, llegó a París y al Palacio del Elíseo - ¡710 km! - en veintiún días y diecisiete pasos. A través de este viaje, el joven empresario quiso cuestionar a la opinión pública y a los funcionarios electos -hasta el punto más alto del estado desde que habló unos minutos con Emmanuel Macron- sobre la necesidad de "comprar francés".
Édouard Detrez, nacido muy prematuramente, tiene parálisis cerebral, lo que le impide caminar normalmente. En 2015, decepcionado por no encontrar una silla que le convenga, fundó su nueva empresa para desarrollar sillas de ruedas activas y deportivas, cuyo diseño y confort son particularmente cuidadosos: elección de colores, pespunteo de tejidos.... A los 23 años, el joven, rodeado de sus padres y de su hermano en esta aventura empresarial, apuesta sobre todo por el made in France.
Hoy en día, su empresa trabaja principalmente con proveedores franceses: los asientos y respaldos de las sillas se diseñan en Séverac-le-Château en Aveyron, por ejemplo, y el plegado y mecanizado en Lannemezan en los Altos Pirineos Pirineos. Una fabricación francesa que Édouard Detrez combina con cortocircuitos para su comercialización. Tres marcas médicas nacionales ya confían en él y distribuyen sus productos.