HOTEL LE BELVÉDÈRE - RESTAURANTE GUILLAUME VIALA * * *
La pasión, la intuición y la emoción guían la cocina de alta costura con estrellas del chef Guillaume Viala, que vive al borde del famoso cañón.
Christine y Guillaume Viala han crecido en Aveyron. Sus raíces rurales, campesinas, son las que hoy se encuentran en los platos del Belvédère, su hotel-restaurante desde hace más de diez años. En los fuegos de este establecimiento, que se alza verticalmente ante el barranco de Bozouls, Guillaume, que trabajó durante tres años en el Bras, explora todas las posibilidades, siendo fiel a los productores del país y a sus buenos productos. La proximidad, la estacionalidad, el respeto a la naturaleza y a la biodiversidad se imprimen en cada uno de sus platos. «Para mí, el gusto prima sobre lo visual. Y yo intento encontrarlo en la espontaneidad». El chef no duda en renovar sus menús tantas veces como le apetece: mújol de Arcachon marinado con cítricos, cebolla nueva y puerro joven; huevo granjero escalfado, remolacha adornada y reducción frutal; cuartos traseros de cordero Allaiton de Aveyron asado, zumo especiado, tanous y jamón de oveja asada, y de postre el gourg d’enfer (un pozo de chocolate crujiente y amargo), mientras que Christine, con quien recorre cada año los viñedos, se dedica a compartir con los clientes su amor por el vino.
En cuanto al hotel, tiene una decena de habitaciones bien renovadas, sobrias y cómodas al mismo tiempo. Christine y Guillaume han querido mantener la sencillez propia de las casas de familia en las que se reúne, se habla y se comparten sonrisas y recuerdos.
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Opiniones de los miembros sobre HOTEL LE BELVÉDÈRE - RESTAURANTE GUILLAUME VIALA
Nous y avons séjourné pour une nuit avec un dîner et le petit déjeuner.
La chambre donne directement sur
l'impressionnant trou de Bozoul. La literie est de belle qualité et la chambre confortable.
Le dîner ainsi que le petit déjeuner sont extra, produits frais, locaux bien travaillés.
Notre fils était choyé par l'ensemble du personnel qui est à l'image des maîtres de maison, adorable.
Cela faisait un moment que nous voulions y aller, c'était l'occasion.
Je suis ravi de voir que l'établissement remporte beaucoup de succès et y reviendrai avec beaucoup de plaisir si le hasard de la vie fait revenir le retraité que je suis maintenant dans cette belle région.
Une très bonne table dans cette jolie région aveyronnaise...n'hésitez pas à réserver une bonne semaine à l'avance si vous voulez vous restaurer le week-end.
Découverte d'une cuisine raffinée.
Nous nous sommes régalés, accueil et service très agréables. De bon conseils pour accorder les plats avec les vins. Nous recommandons cette adresse.
Merci pour cet agréable moment.