PÂTISSIER-CHOCOLATIER THIRIOT
Se trata de un asunto familiar que dura desde 1972. La familia Thiriot, pastelero de padre a hijo, trabaja en sus materias primas para ofrecer especialidades regionales de primera calidad. Detrás de la bonita fachada azul renovada recientemente, se esconden los dulces de la casa: el nido de abejas o la tarta de queso blanco y el embajador, el pastel lorrino. Los chocolates son pura manteca de cacao, la pasta de almendra exquisita. Esta pastelería de barrio se distingue también por la confección de piezas montadas personalizadas. Por último, el establecimiento también tiene un salón de té que te invita a un ambiente familiar y acogedor que combina armoniosamente materiales actuales con la loza de época. A mediodía se ofrece un servicio de comida rápida y se puede tomar el aperitivo en la terraza.
El pequeño + de la casa: a lo largo del año, el chef te propone seguir sus novedades gastronómicas de pastelería, en función de sus inspiraciones.