LA CROQUINETTE
Patrick y Patricia Bouron se instalaron en Magescq después de haber hecho sus armas en el Gers. Abrir su propia panadería era muy importante, pero vender «pan verdadero» sigue siendo su prioridad. Patrick trabaja en las pastas por la noche, las pone en cámara fría y luego en cámara de empuje. A las 4 ó 5 de la madrugada se levanta por la cocción. Tradición, Campaillette, Serpentina, Ceraine, punta campesina… Aunque estos nombres les digan algo, no se trata de pasta congelada. Por la pastelería. Se hace hincapié en las tartas antiguas: Pastis, pastel vasco, crouestadio, batido, (pastel vendeano, departamento de origen de Patrick), pastel a la antigua - mullido pralinado, ruso, mont blanc y el enorme basurero de 6 kilos al corte. Respeto de las tradiciones, los crepes son en el Chandeleur, la estropea en Pascua, destaca Patricia que se ocupa de la tienda y sirve los desayunos en la terraza en verano. Una pequeña parada gastronómica (parking) donde el único riesgo es recuperar el sabor de los pasteles caseros y el del buen pan.