LA BRASSERIE LORRAINE
La historia se anida en muchos lugares. Saint-Mihiel es un pueblo con muchos bistrós, pero este vale el desvío. María y Sylvie, madre e hija, guardianas de este templo de madera y de los viejos bancos de cuero, os acogen desde 1967. Están los consos del troquet clásico, la pequeña mousse o el gran café y, si los tenancières tienen la conversación melodiosa y la anécdota bajo el brazo, es en particular la habitación del primer piso la que golpea (no dude en pedir el acceso). El tamaño del bar y los grandes ventanales de la fachada del edificio nos han hecho pensar en ello, pero no esperamos encontrarnos con un hermoso salón de baile Art Nouveau donde soldados, campesinos y la burguesía bailaron durante mucho tiempo. Muy luminoso, con molduras de motivos vegetales notablemente repintadas a mano durante seis meses por la gerente hace más de cincuenta años, también tiene la fantasía de grotescos capiteles y un grotesco mascarón, un guiño a la Edad Media. Una vieja rocola de madera está guardada allí, esperando el comienzo de las locas tardes, mientras el visitante que pasa está soñando despierto.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre LA BRASSERIE LORRAINE
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