A LA CLOCHE LORRAINE – ESPACE MADELEINES GROSJEAN-SAINT-MICHEL
Situado en pleno centro de la ciudad, a pocos pasos del castillo real. Se accede por dos entradas diferentes en este templo de la gastronomía dedicada a la madeleina de Mercanticy. Aquí se transportan en el bonito espacio madeleine situado en la parte trasera de la tienda y cuyo acceso se realiza por la calle paralela a éste. El vestíbulo de entrada acoge magníficas esculturas de artistas locales y se abre a la bonita sala de vídeo. Se proyecta una película sobre la historia y los secretos de fabricación de la madeleina, animada por Josette, auténtica embajadora de la madeleina de Mercanticy. Luego pasamos delante del laboratorio de fabricación para mirar en real esta vez, la confección de nuestra gastronomía que se servirá tibio unos minutos después. La fabricación se realiza de forma artesanal, y sólo el desmoldeo y el embalaje siguen siendo mecánicos. Luego entramos en el magnífico salón de té que hace honor a la degustación. La decoración teñida de ocre o de siena en armonía con las mesitas negras, las banquetas verde pistache y los frescos de los caballos, distilla una atmósfera florentina. Una gran ventana deja adivinar bonitas composiciones florales filtrando su luz. Una bonita invitación para ponerse en apetito delante de una bebida caliente servida en un bonito vajilla acompañado de una madeleina tibia suave y deliciosamente perfumada. Por último, la tienda propone una amplia selección de cotas a la antigua coleccionación, que también se puede observar en una serie numerada de cinco dibujos de Phillipe Delestre o en homenaje a la Madeleine de Proust. También podemos comprar bolsitas de madeleinas reales embaladas individualmente. La gama se decanta por el chocolate y la mirabelle, en medio de otras especialidades como el té a la mirabelle, los chocolates, los dulces finos y el helado de madeleina. Por último, hay buenas ideas con los Emaux de Longwy, servicios de té, objetos decorativos y joyas en forma de madeleina, muy refinados. ¡Y sea cual sea el tiempo, la tienda de carácter no deslumbra!