Cómo llegar y contactar
Un museo que muestra el desarrollo de la cerámica en el mundo, y que también alberga una prestigiosa colección de porcelana de Limoges
Si le apasionan la cerámica y la porcelana de Limoges, no puede dejar de visitar este museo. Desde 1900, se encuentra en un edificio construido específicamente para albergar sus colecciones, y lleva el nombre de uno de sus antiguos directores, Adrien Dubouché, que enriqueció enormemente las colecciones del museo donando miles de objetos suyos. Tras una renovación excepcional, el museo ha duplicado su tamaño.
Desde la Antigüedad hasta nuestros días, podrá descubrir las diferentes técnicas y la evolución de la cerámica en el mundo. Dos salas están dedicadas a la prestigiosa colección de porcelana de Limoges. En el mismo nivel, abra de un empujón la puerta de la vidriería, donde se exponen algunas piezas notables. No olvide echar un vistazo a las soberbias vidrieras que adornan el museo. En el amplio vestíbulo de recepción, la librería vende libros sobre las artes del fuego, postales, reproducciones de obras de arte, vajillas y joyas.
A lo largo del año, el museo organiza exposiciones, conferencias y actividades para adultos y niños. Los "Lunes de los Museos" ofrecen visitas temáticas de la colección acompañadas por un conferenciante de la red de Musées Nationaux (se ofrece un té al final de la visita).
El museo también dispone de una biblioteca y un centro de documentación con más de 8.000 documentos sobre el arte en general y las artes decorativas en particular.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre MUSEO NACIONAL ADRIEN DUBOUCHÉ
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Le musée national Adrien Dubouché est une très belle découverte. L’ensemble est aussi agréable à visiter qu’à contempler, avec une scénographie élégante et des espaces lumineux qui mettent parfaitement en valeur les pièces de porcelaine, de faïence et de céramique.
La collection est riche, variée et magnifiquement exposée, permettant de suivre l’évolution des styles et des techniques avec clarté et fluidité. On prend plaisir à flâner dans ce lieu paisible et culturellement dense.
Un musée à ne pas manquer si vous êtes de passage à Limoges, que vous soyez amateur de porcelaine ou simplement curieux d’art et de beauté.
Très intéressant et des pièces superbes à voir au fil de la visite.
Le bâtiment est très beau.