MUSEE DU FOUR DES CASSEAUX
Cómo llegar y contactar
Museo que alberga un antiguo horno del siglo XIX, catalogado como monumento histórico, para conocer mejor la fabricación de porcelana.
Este museo, gestionado por la asociación Espace Porcelaine, alberga un antiguo horno redondo del siglo XIX, declarado Monumento Histórico. Con 20 metros de altura y 7 metros de anchura, este vestigio notablemente bien conservado, único en Francia, da una idea de la actividad humana y del dominio del fuego necesarios para hacer funcionar este monstruo de ladrillo, que podía cocer 15.000 piezas de porcelana simultáneamente. Para disfrutar al máximo del lugar, le recomendamos una visita guiada, muy instructiva.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Para más información
Información y horarios en MUSEE DU FOUR DES CASSEAUX
Abierto todo el año. De lunes a sábado, de 10.00 a 12.30 h. y de 14.00 a 17.30 h. Domingos y festivos cerrado. Entrada gratuita para menores de 12 años. Adultos: 4,50 euros. Niños (de 13 a 18 años): 2,50 euros (estudiantes: 2,50 euros). Visita autoguiada: sin reserva. Visita guiada: reserva en línea, por teléfono o por correo electrónico. En todos los casos, el pago debe efectuarse en el museo justo antes de la visita.
Mensaje de la Dirección
El museo del horno de Casseaux es un lugar protegido dedicado a una de las cerámicas más famosas del mundo, la porcelana de Limoges.
Este edificio industrial del siglo XIX recorre la historia de esta industria artística a través de sus aspectos técnicos y artísticos, así como de su historia social.
Desde su apertura al público en 1992, el horno de Casseaux está gestionado por la asociación Espace Porcelaine, cuya misión es proteger y promover el patrimonio industrial de la porcelana de Limoges.
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Opiniones de los miembros sobre MUSEE DU FOUR DES CASSEAUX
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Un immense bravo à l’association qui œuvre avec passion pour préserver ce site unique. Leur travail est remarquable : on sent un véritable engagement à transmettre la mémoire de ce savoir-faire exceptionnel. Les bénévoles sont chaleureux, très compétents, et heureux de partager leurs connaissances.
Une visite incontournable pour les amoureux du patrimoine, de la céramique, ou tout simplement de belles histoires humaines et techniques. À ne pas manquer si vous passez par Limoges !