CREPES & COMPAGNIE
En un pequeño rincón, cerca de la plaza de la Motte, esta crepería ofrece unas vistas impresionantes de la iglesia de San Miguel y las calles adoquinadas de este pintoresco barrio. La decoración es agradable: piedra vista, vigas, mobiliario moderno y bonitos vidrios en la sala de arriba. Las tortas están preparadas por Estelle, la jefa: forja cocinada y ensalada adicional. Stéphanie, fiel al puesto, presta un servicio rápido y sonriente. Algunas especialidades: la Becasina (andula, mostaza, crema), la oriental (pollo, crema, cuellos, pasas, ciruelas pasas) o incluso las tortas al filete picado. Con azúcar se tarda entre la Limouzi (crema de marrón, chantilly) y Paimpol (caramelo mantequilla salado), entre otros. La carta también consta de tres ensaladas compuestas: la Saint-Michel, el Ibérico y el Caesar, que sirve el verano, en la terraza, escuchando el gargouco de la fuente.