Pequeño restaurante con terraza y vistas increíbles que ofrece carne y pescado.
No paramos de repetirlo: este pequeño pueblo de la Albera es muy dinámico. Además de tener excelentes viticultores, también hay un pequeño restaurante que es popular hasta en la llanura. Y hablando de la llanura, disfrutará de unas increíbles vistas de todo el Rosellón desde la terraza del Axurit. La sala tampoco carece de encanto, con una decoración moderna pero refinada. Nos encanta ver la cocina abierta. Y hablando de cocina, disfrutamos del filete de ternera con colmenillas y de los bocconcini de atún con risotto. El chef Nicolas, cuando puede, apuesta por los pequeños productores y la pesca local. Es todo un gurmé y uno siempre es bien recibido en su establecimiento. Es un tipo axurit, espabilado en catalán, que también ofrece un servicio de catering. Pero lo que más nos gusta son los conciertos de verano en la pequeña plaza del pueblo y su vista de 180° sobre la llanura. ¡Nos encanta este pueblo!
Pour 12e par portion et servi rapidement, on ne peut que recommander.
Excellent rapport qualité prix.
Ce restaurant vaut le détour.