Restaurante que ofrece una cocina casera basada en materias primas frescas.
En el corazón del pueblo, en una casa de piedra, este restaurante estéticamente agradable ofrece una cocina sincera, que podría describirse como natural, ya que los sabores se han conservado. Todas las recetas son hechas en casa con productos frescos y crudos. El sabor no miente, los platos están llenos de autenticidad y delicadeza. Laura y Anthony buscan decididamente lo bueno y lo bello en los platos. Sabemos que estamos llegando a la casa de dos amantes de la cocina. El menú, deliberadamente limitado, nos permite descubrir sugerencias acordes con la temporada. La cría en la montaña y la pesca local son su credo. Es difícil nombrar un plato, todo es delicioso, y sobre todo todo todo cambia tan rápido según las llegadas y la disponibilidad de los productos. Todavía nos enamoramos del salmonete en escabeche y de los condimentos de mango y cilantro, así como del lomo de bacalao y su polenta con chorizo y crema de ajo. Grandes comensales, pasad por aquí, venimos a Ma Maison para probar y saborear. En resumen, todas las razones están ahí para amar esta bonita dirección.
Trop trop bon.
Merci Laura pour ta gentillesse.
Je recommande vivement ce restaurant
Yannick