HOTEL LE BELVÉDÈRE * *
Vistas sobre la llanura del Rosellón desde un hotel con terraza y piscina, de buena relación calidad-precio, cerca de las playas de Saint-Cyprien.
Un poco retirado de la costa, a 3 km de las playas, es un gran edificio blanco situado a los pies del castillo de agua, en una colina del pueblo. El paisaje es excepcional, con vistas de 360° desde lo alto en sobre llanura del Rosellón; ya entendemos por qué este hotel se llama Belvédère. Si el bullicio de la playa y el ruido le saturan, este establecimiento está hecho para usted. Tiene treinta habitaciones repartidas en tres plantas accesibles por ascensor, equipadas con TV, terraza o balcón, que dan a la piscina y al jardín. Las habitaciones con vistas al mar, más espaciosas, están equipadas con de 2 a 4 camas. En 2016, el establecimiento adquirió una casa en la parte baja del hotel y abrió habitaciones económicas con cuarto de baño y aseo en el rellano, así como un apartamento para 4 personas. En cuanto a la cocina, la restauración es tradicional catalana; se cena fuera en la terraza. Fuera también hay una piscina (no muy grande) y los niños tienen una zona de juegos con tobogán y columpio. Buena relación calidad-precio para este establecimiento que tiene las etiquetas Familia Plus y Calidad Sur de Francia.
(Avis d'origine)
Camas bien pero mantas escasas o abrigan poco. Aseo tiene ducha con cortina que estaba sucia, suelo de ducha sucio, manguera de ducha salía agua por varios puntos, pocas o sin tiendas para comprar o pasear alrededor. Extremadamente justo, no es para repetir y la web engaña. Sin acensor por la noche, con horario limitado en recepción... muy caro para lonque ofrecen
Tout d’abord une vue horrible sur le Château d’Eau à proximité (ça fait une grosse ambiance squatt pour les vacances …) on demande de changer de chambre mais non soit disant l’hôtel est complet alors qu’il n’y a que notre voiture sur le parking. Ensuite parlons de la chambre : toute petite il ne faut pas être clostro et pas de climatisation !! (Simplement un ventilateur de plafond qui fait un bruit horrible) le chauffage c’est pareil vous devez actionner une tirette dans la salle de bain qui je précise ne marche que 20min ! Le carreau de notre unique fenêtre est cassé. La douche est minuscule et les joints horribles remplis de moisissure. La literie ça va mais pas super confortable … couverture en laine qui gratte. Si on rajoute à ça des biscottes sans gluten inexistantes pour le petit déjeuner (amis cœliaque, ils n’en ont pas c’est mensonger !) le café est sans goût, et il n'y a pas vraiment de choix pour le petit déjeuner facturé quand même 9,50€. Ensuite escalier en carelage de tomette qui part en ruines, des morceaux se détachent ... l'ascenseur pour accéder aux chambres est fermé la nuit. Et attention, un frigo « partagé » en 1er sous sol ou on se fait voler notre nourriture déposé c’est le pompon. Bref je n’y remettrai jamais les pieds vous l’aurez compris.
Nul nul ! J’avais payé pour 2 nuits, je n’en ai passé qu’une et je suis partie !