Restaurante frente a la Bolsa de Trabajo de Perpiñán que ofrece una cocina de mercado basada en productos frescos.
Hay un hombre que lucha todos los días para que viva el centro de la ciudad. El restaurante está justo delante de la Bolsa de Trabajo, a dos pasos del teatro municipal. Este es un ambiente acogedor con una decoración de estilo "tapizador" que hace objetos despedidos. Manteles de cuadros rojos, platos desiguales, cerámica no acompañada, buffet y armario de la abuela dan el tono. David es un Auvergnat-Catalan, en la cocina se encuentran estas dos influencias. Una mixidad que no es para nosotros, máxime cuando sabemos que David hace sus compras diarias de la Parillada a la Casa del Parn, así como en el mercado de la plaza de la República. No hay nada oculto, es una cocina preparada delante de ti con productos frescos bien trabajados. La carta es corta, no más de 4 propuestas en entrante, platos o postres. Los caracoles a la catalana codean sin complejos la tarta de roquefort o el friand de Santo Martín con miel, las cordilleras de pifulat no dudan en topar el foie gras, la hamburguesa, la paella o la tarta catalana (pura creación de David, hecha de soltinaje y patatas). Es una cocina buena y generosa. Todo se sirve en un agradable ambiente familiar, donde los turistas están acostumbrados, turistas de paso y obreros. Una auténtica mezcla de géneros que se hace cada vez más rara, el Pequeño Futé encanta.
le bon souvenir que nous en avions a été à nouveau confirmé.
une carte courte mais avec des plats renouvelés, faits maison avec des produits locaux, type cuisine familiale.
Le patron et "chef" est très avenant, très sympathique. Le cadre est original. On y trouve même des livres à emporter gratuitement donnés par les clients, les gens du quartier, les amis.
Un très bon rapport qualité prix.
Mérite d'être connu !
Nous y reviendrons.