Restaurante marroquí ideal para los amantes del cuscús en Perpignan.
El tiempo de una comida, las puertas del Magreb se abren. Aquí, los conocimientos de la cocina marroquí se prolongan de padre a hijo durante 20 años. La recepción es sonriente, la recepción es rápida y está vigilada. Una decoración bastante lograda, sobre todo para los dos salones estilizados con sofás, colores cálidos y arcos bizantinos. Nos gustó el tajine de cordero presentado de las peras finamente cortadas con láminas coronadas por un confitado de cebolla, ya existe con otras carnes. El todo es muy copioso y los sabores armoniosos. Los amantes de los cucús lo convierten en un lugar de referencia. Pero conservarás un pequeño lugar para el postre, la combinación de tres pastelería que podrás degustar con un té con menta es exquisita, al igual que la ensalada de naranjas con canela muy refrescante. Los vinos proceden de Marruecos, Argelia y el departamento. Consejo: reservar con antelación para estar en un salón, exótico.