Cocina basada en productos del mercado en un restaurante con terraza en Montesquieu-des-Albères.
¡Y que empiece el espectáculo! El escenario es un antiguo edificio de piedra decorado con objetos de segunda mano y algunas obras de amigos artistas, una bonita terraza con su estanque en la que se llenan carpas Koï y un patio con chimenea. Los actores son Antoine y Emilie, en ellos se recibe como amigos, se toma su tiempo, se escucha a Antoine declamar versos sobre la vida y su cocina antes de degustar "platos preparados con amor". Aquí no hay carta, todo depende de los productos del mercado y de la inspiración del día. Hay que llamar para reservar su mesa y precisarle si es más bien pescado o carne ya que hace las compras en función del número de comensales. Los pescados son de la lonja de la mañana de Llançà, y sobre todo no le hablan de microondas, congelador o incluso planxa, él es sólo fresco, del muy local y una cocción al horno frío o a la sartén fría, cocciones bajas temperatura para guardar todos los sabores y "no dañar el pescado". En cuanto a las carnes, privilegia el xai (cordero catalán) y la Rosée des Pyrénées (ternera), mientras que las verduras se recogen del día en su huerta o proceden de la propia huerta. Para los vinos, recurre a los amigos de la zona en los Albères, a menudo vinicultores en bio o fans de vinos naturales. En Cabaret, la cocina es divina, el patrón realmente atípico y el servicio sonriente de Emilia lleno de prevencion... En resumen, el Petit Futé aplaude la prestación y dice: "¡Bis! "
(Avis d'origine)
Una parada y visita obligatoria si estás por la zona donde te sorprenderás de una cocina muy diferente y original. Muy recordable
(Avis d'origine)
Curioso, Atípico, inquietante, grotesco, anárquico y pintoresco.
Le jardin est à l'abandon et il y a beaucoup de moustiques. Nous n'avons pas eu droit au salon de jardin avec coussins (il était occupé par des habitués), mais à des chaises de cuisine en Formica. Il y a eu un problème dans les réservations et nous étions plus nombreux que prévu.
Finalement nous nous sommes réfugiés à l'intérieur et c'était plus sympa.
Le menu :
Moules et coques habillées d’huile et de poivre : OK
Anchois frits : OK
Crevettes grillées : absentes.
Énormes tomates à l'huile : OK
Riz noir avec quelques vagues morceaux de calamars et de saucisses (20 min d'attente).
En dessert, flan avec caramel brûlé et amer.
Salade melon/pêche : absente
Nous avons payé 115€ pour 2 (avec une bouteille de rosé espagnol) et c'était beaucoup trop cher !