IGLESIA DE SANTA MARÍA
Iglesia románica construida en el siglo X, cuya portada destaca por el bello friso situado sobre ella en Le Boulou
De la primera iglesia románica edificada en el siglo X (que ha sufrido numerosas modificaciones en el transcurso de los siglos), solo queda el pórtico monumental de mármol blanco de Céret. Este pórtico destaca por el hermoso friso que sobresale. Este friso esculpido por el maestro de Cabestany (escultor renombrado que ha trabajado mucho en la región pero también en España, en Auvernia y hasta en Lombardía), en la segunda mitad del siglo XII, se inspira en el arte antiguo. La lectura del friso se hace de derecha a izquierda (como en los sarcófagos paleocristianos o el friso del Partenón). Representa seis escenas de la infancia de Cristo: la anunciación, el nacimiento de Cristo, el baño del niño, la adoración de los Reyes Magos, la huída a Egipto y el descanso en Egipto. Destaca la decoración ajedrezada de la parte superior de los arcos por encima de las columnas cilíndricas lisas. En el interior de la iglesia descubrimos un interesante mobiliario organizado, de los cuales quince son tableros de retablos que van del siglo XV al XVII y un crucifijo de madera también del siglo XVII. El retablo del altar principal, esculpido hacia 1755 por Joseph Navarre, es de estilo barroco flamígero, dedicado a la Virgen y a san Antonio el Ermitaño.