ABADÍA DE SAN MARTÍN DEL CANIGÓ
Se accede a la abadía desde el pueblo de Casteil. Tras un paseo de cuarenta minutos (con 200 metros de desnivel por un camino asfaltado y arbolado), por fin descubrimos la construcción, a casi 1090 metros de altitud, asida sobre un espolón rocoso, en un paraje impresionante. San Martín del Canigó es un conjunto arquitectónico del primer arte románico meridional. La iglesia, cuya construcción comenzó hacia el 997, fue consagrada en 1009 por el obispo de Elna; más tarde, tuvo lugar una segunda campaña de construcción, seguida de una nueva consagración en 1014 o 1026. Como anécdota, se dice que el conde Wifredo II de Cerdaña, que había iniciado la construcción, se retiró allí hacia 1035 y pasó los últimos años de su vida cavando su tumba en la roca. La abadía en ruinas fue restaurada en dos fases: de 1902 a 1932 y de 1952 a 1982. Está formada por dos iglesias superpuestas, la inferior está medio enterrada. El campanario cuadrado alberga una capilla dedicada a San Miguel. Actualmente, la abadía está habitada por la comunidad católica de las Bienaventuranzas, a quien fue cedida por el obispo de Perpiñán. Ni que decir tiene que durante su visita se recomienda vestir adecuadamente y respetar el lugar. Para las personas en busca de espiritualidad, se permite un retiro de dos a seis días, previa solicitud escrita con, al menos, una semana de antelación. Participarán en la vida espiritual y fraterna de la comunidad y en misa, si así lo desean; el resto del día se dedicará a la meditación y al silencio. No obstante, se prefiere tener una entrevista telefónica antes de cualquier retiro.
Además de los aspectos arquitectónicos y religiosos, la visita a la abadía es un pretexto para dar un bellísimo paseo por los caminos que conducen al lugar sagrado.
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Opiniones de los miembros sobre ABADÍA DE SAN MARTÍN DEL CANIGÓ
Attention à bien choisir votre jour toutefois, la météo est parfois capricieuse et la brume souvent au rendez vous.
bien cordialement
Pascale
coordination de l'accueil touristique
On peut toujours acheter de l'eau ou d'autres boissons au magasin de l'abbaye, mais il y a maintenant aussi plusieurs robinets d'eau potable en libre accès.
Bien cordialement
Pascale
coordination de l'accueil touristique
Merci pour votre avis favorable sur notre abbaye. Nous sommes heureux que vous ayez aimé la visite. N’hésitez pas à en parler autour de vous.
Cordialement
Sr Maria Petra, guide à l’abbaye