¡Llega la primavera! No hay nada como la llegada del buen tiempo y los días cálidos para disfrutar del aire libre y descubrir rincones de Francia que aún no ha tenido tiempo de explorar. Pero hay mucho donde elegir, así que en lugar de pasarse horas buscando el destino perfecto para pasar unos días, aquí tiene tres sugerencias de lugares en Francia donde empezar el fin de semana al aire libre
1- Puy-Saint-Vincent, nieve en primavera
Olvidadas las hordas de visitantes que se lanzan a la nieve polvo durante la temporada invernal, ahora es el momento perfecto para aprovechar la montaña y su oferta de actividades al aire libre. La estación de tres niveles de Puy-Saint-Vincent, en los Altos Alpes, se encuentra a las puertas del Parque Nacional de Ecrins. Encontrar el mejor alquiler de vacaciones con Foncia es sencillo. Está a sólo unos clics de distancia, y las tarifas son muy atractivas.
Una vez allí, todo lo que tiene que hacer es dejar las maletas en un alojamiento confortable y disfrutar de unas condiciones de nieve que siguen siendo perfectas en primavera. El clima primaveral es realmente agradable para esquiar en las 90 hectáreas de pistas, pero también para explorar los 35 km de pistas nórdicas. El macizo de los Écrins también cuenta con magníficas zonas para practicar senderismo, esquí de fondo y raquetas de nieve. Sin olvidar actividades insólitas como los paseos en trineo tirado por perros, la bicicleta de nieve o la escalada en hielo. No hay nada como el regreso de la primavera para vivir una buena dosis de emociones en esta estación de esquí de los Alpes que no se puede perder.
2- Brétignolles-sur-Mer, frente al Atlántico
Más que nunca, el litoral espera a los veraneantes deseosos de pasar largas horas en la playa. En Brétignolles-sur-Mer, en Vendée, podrá disfrutar de paseos primaverales por este típico pueblo costero, repleto de comercios locales. Después, diríjase a las playas de La Sauzaie y La Normandelière, donde podrá pasear por la arena, admirar el mar y respirar la brisa marina
El litoral de Bretignoll es sublime. Un sendero y un carril bici permiten disfrutar al máximo del océano y sus movimientos. Los aficionados a la bicicleta también pueden recorrer un tramo de la Vélodyssée, y muchas otras pistas y senderos serpentean por la bonita campiña.
Durante un fin de semana largo en las suaves temperaturas de Brétignolles-sur-Mer, no se pierda la oportunidad de fotografiar la Pierre-Levée de Soubise, un dolmen que también es monumento del patrimonio francés. Un último consejo: diríjase a las dunas más bellas del municipio, las de La Sauzaie y La Gachère. Albergan un ecosistema poco común, y un paseo al atardecer es siempre una experiencia especial.
3- Amélie-les-Bains, por sus paisajes y sus termas
¿Y si la llegada de la primavera fuera la ocasión de recuperar la salud? Al elegir un alquiler de vacaciones en Amélie-les-Bains Palalda, en los Pirineos Orientales, pondrá su estancia bajo el signo del bienestar. La ciudad cuenta con varios baños termales donde podrá disfrutar de los beneficios del agua y de una amplia gama de tratamientos centrados en la reumatología y las vías respiratorias. No olvide hacer una parada en el spa para disfrutar de un momento en el hammam, la bañera de hidromasaje remineralizante o una sesión de masaje.
Un fin de semana en Amélie-les-Bains también está salpicado de hermosos paseos en un entorno natural excepcional, con exuberantes montañas verdes y vistas impresionantes. El calvario de Montbolo y la bandera de Amélie-les-Bains ofrecen unas vistas impresionantes de los Pirineos.
Y ¡qué patrimonio! El antiguo barrio de Escaldadou vigila la ciudad; Palalda y sus callejuelas con fachadas decoradas y bañadas por el sol; Fort-les-Bains rodeado de árboles, y la encantadora capilla románica de Santa Engracia en medio de sus bellos relieves: hay mucho para deleitar a los amantes de la buena cantería.
