LE CHEMIN DE LA REGORDANE

La senda Régordane seguía el trazado de una antigua calzada galo-romana, e incluso de una ruta de trashumancia, para convertirse en una vía muy importante en la Edad Media. Durante tres siglos (del ^XI al ^XIII), esta ruta fue el principal medio de comunicación entre el Bajo Languedoc, Auvernia y, más allá, las prósperas ferias de Champaña. Los convoyes de arrieros transportaban los productos de los puertos mediterráneos (aceite, sal) y traían el trigo y el queso de las montañas.

Eslabón económico esencial, es también una importante ruta de peregrinación que une Le Puy con Saint-Gilles-du-Gard, puerto del Mediterráneo y escala de los peregrinos que se dirigen a Roma y Jerusalén. A lo largo de esta transitada ruta crecieron aldeas y ciudades mercado, así como fortalezas. Sin embargo, en el siglo ^XIV, el camino fue abandonado en favor de la ruta del Ródano y las ferias de Lyon, y su trazado fue desapareciendo poco a poco. Fue Luis XIV quien reabrió la ruta, que fue restaurada durante el siglo siguiente, antes de volver a caer en desuso. Hoy en día, el GR 700, antigua ruta comercial, donde permanecen algunos vestigios del pasado (roderas, montjoies, dólmenes, inscripciones rupestres), sólo es utilizado por los senderistas. La asociación Chemin de Regordane lo cuenta todo en su página web, y tiene una sección titulada "Organizar su marcha", en la que se enumeran alojamientos, restaurantes, transportes y servicios.