EL CAMINO DE LAS GARGANTAS DEL ALQUITRÁN
La carretera de las gargantas del Tarn, una ruta popular para los ciclistas, bordeada de muros bajos de piedra
Emprendida en 1891 y terminada en 1905, la carretera de las Gargantas del Tarn sigue siendo objeto de constantes cuidados. Bautizada como D907B y que une Sainte-Enimie con Le Rozier, debe mucho a la voluntad de E.-A. Martel, unida a los esfuerzos de Jean Monastier, entonces ministro, que hizo adoptar su financiación. En cuanto a la mano de obra, procedía de los lugareños que habían visto sus viñedos arruinados por la filoxera poco antes. En cuanto se terminó, hubo que ensancharla para permitir el paso de los coches, y la operación ya se ha repetido para dar cabida a los autobuses y a muchos visitantes que vienen a apreciar la belleza de las gargantas en autocaravanas. Bordeada por muros bajos de piedra caliza y jalonada por numerosos túneles, la carretera es ahora muy utilizada por los automovilistas, especialmente en el periodo estival, cuando se redescubre el placer de conducir tranquilamente con la nariz al aire. La ruta también es popular entre los ciclistas, pero no es adecuada en días de mucho tráfico debido a su estrechez y a las numerosas curvas que impiden la visibilidad. A lo largo de todo el recorrido, que a veces sobresale del río y a veces está cerca de sus orillas, descubrirá numerosos pueblos que han conservado su autenticidad (Sainte-Enimie, La Malène, Saint-Chély du Tarn...). También están muy presentes los molinos, los castillos y las iglesias, que atestiguan una vida antiguamente muy activa en esta carretera cerrada, que parece encorsetada entre las rocas.