Restaurante que ofrece platos preparados por encargo con productos frescos en Salaunes.
Un restaurante que realmente merece una parada en la carretera de Lacanau. Dos salas, una en la parte del bar reservada a los clientes a la hora de comer, y otra más acogedora con vigas vistas, elegantes lámparas de araña y mesas cuidadosamente dispuestas, cubiertas con manteles. Florian está en la cocina, mientras que el servicio en el comedor es femenino y sonriente. El menú del mediodía, cuando vinimos, mostraba una tarta de reblochon o charcutería, luego arrachera de soja o filete de pato acompañado de patatas fritas y para terminar, un far de albaricoque o panna cotta. Para descubrir el talento del chef, preferimos una cazuela de huevos con queso roquefort, que también podría servirse con foie gras, y luego un lomo de bacalao con puré de patatas casero y verduras soleadas sobre una salsa ligeramente especiada. Terminamos con un carpaccio de piña casero. Todo está bien cocinado, es abundante, los productos son frescos y los platos se preparan por encargo. Por la noche, el horno de pizza se pone en funcionamiento para una degustación in situ o en casa.
Le repas a été très bon. La cuisson de la viande a été servie telle que demandée. La cuisson était parfaite. Les plats sont très bien présentés. La serveuse est très souriante et très attentive aux besoins des clients notamment pour la fourniture du pain et de l'eau. Le prix n'est pas excessif; il reste tout a fait abordable au regard de la qualité des plats et de la prestation. Il serait judicieux de mettre à disposition une carte des vins précise et complète pour la clientèle.
Quoi qu'il en soit, nous y retournerons très certainement.