EGLISE NOTRE-DAME

A finales de la Edad Media, se construyó en el centro de la ciudad una capilla dedicada a Notre-Dame y a Santiago el Mayor; ampliada en el siglo ^XVII, se convirtió en iglesia parroquial. La iglesia fue reconstruida y ampliada de nuevo, pero seguía sin campanario. En 1820, la torre del homenaje ^{del siglo XIII} se reutilizó para albergar la campana, convirtiendo a Notre-Dame en una de las pocas iglesias con campanario independiente. En el interior, la luz entra a raudales por tres notables vidrieras situadas al fondo del coro, y la nave izquierda alberga una hermosa Piedad de madera ^{del siglo XVII}.