EL VALLE DEL TRUYÈRE

Descendiendo del Margeride, hinchado por las aguas del Triboulin, el Truyère ha hecho un valle al pie del Aubrac, del que se han desarrollado ciudades y pueblos en las primeras estribaciones. Poco profundo en su conjunto, ofrece un perfil en forma de artesa. Bordeado por bosques, el río serpentea por los prados y sigue la pendiente en pequeños saltos. La zona, especialmente protegida de las molestias de la ciudad, alberga una fauna excepcional, como el búho real y el halcón peregrino, que aprecian su carácter natural y salvaje.