Con un nombre como este, no es de extrañar encontrar este restaurante en los muelles de Palavas-les-Flots. El establecimiento ha fondeado en la orilla derecha del balneario y regala a sus huéspedes especialidades de mariscos. El amplio espacio del restaurante permite disfrutar de la pequeña brisa que fluye por el canal y del aire yodado que allí predomina. Cuando llegan los días soleados - 300 días al año cuando se conoce la región - la agradable zona ajardinada es perfecta. Ambas áreas son muy agradables y las sonrisas del equipo se transmiten fácilmente. Una habitación interior también da la bienvenida a los gastrónomos en un ambiente cálido y acogedor. ¿Qué tienen en común todos estos espacios? Las delicias que allí se devoran! Como entrada, el establecimiento ofrece, entre otras cosas, una terrina de ala de patín con alcaparras y un crujiente Saint-Marcellin con cacahuetes. Seguimos con un dulce y especiado Saint-Pierre, un pavimento de charolais o chucrut del mar, una de las especialidades de la casa.
Repas, les moules pas fraîches, ou surgelés, alors que j'ai demandé si c'était la saison,on m'a répondu qu'il y avait pas de saison.
Frites soit disant maison...
Service pas des plus joviale.