CHEZ PATRICE
Como la treintena de comerciantes de Halles Abesac, Patrice el pescador se mudó a su escaño Gambetta frente a la iglesia Saint Denis. El tiempo de los trabajos que deberían llegar a finales de 2018 a unos halles flamantes para albergar este bien conocido mercado de los montpelinos. Pero este pequeño desarraigo en los hábitos no ha puesto en marcha el éxito de su stand con una clientela de acostumbrados y conocedores, a los ojos de los cuales esta pesquería es una verdadera institución, a juzgar por la cola que allí es paciente. Cada mañana, el palavasiano llega directamente al Grau del Rey. Se abastecen de peces mediterráneos que, en particular, valoran: lobos, doradas, salmonetes, bonificaciones, grondins, caballas, sardinas, sechos, pulpos, lenguados, etc., pero su pequeño debilidad para el Gran Azul no lo impide traer también de la vara de Roscoff, de las redes de Cebaste, del bacalao o del salmón de piscifactoría de Escocia a la etiqueta roja. En los "Halles Abesac", que los habituales siguen llamando así el tiempo de los trabajos, Patrice se construyó una clientela especialmente fiel. Una verdadera institución en la cervecería tradicional.