MUSEO FABRE

Desde su reciente renovación y ampliación (800 obras en más de 9200 m², la afluencia a este museo no ha dejado de crecer, con un público de todas las edades. Alberga uno de los más grandes e impresionantes fondos de arte en Francia, que se exhibe en bonitas salas: colecciones flamencas, holandesas, italianas, españolas y francesas representadas por pintores de las grandes escuelas europeas del siglo XVI al XVIII (Zurbarán, Reynolds, Tenier, Veronese…), y especialmente francesas (Greuze, Ingres, Delacroix, Courbet, Bazille, Poussain, Papety…), además de cerámicas y esculturas, y pintura contemporánea. Pierre Soulages, el pintor francés más famoso aún vivo, conocido por sus obras «negro luz», ha donado una parte de estas al museo, que ha habilitado una sala para él. El museo también recibe visitantes con regularidad gracias a la calidad de sus exposiciones temporales. Es un equipamiento moderno, agradable y funcional, atractivo y adaptado a todos, con nuevos servicios: recepción, librería, centro de documentación, vestuarios, restaurante (confiado a los hermanos Pourcel).

El Museo Fabre, principal museo de arte de la ciudad y galardonado con el sello Musée de France (denominación destinada a agrupar los museos franceses con vistas a crear un gran servicio público museístico), es la musa de la Explanada de Montpellier. Enclavado entre dos puntos ultraturísticos, el Corum por un lado y la Comédie por otro, el museo tiene realmente algo de lo que pavonearse desde que se instaló en el Hôtel de Massilian, antigua mansión privada e imponente fortaleza del siglo XVIII. Lleno de historia incluso antes de que se instalaran allí las colecciones, el museo también absorbe entre sus muros el antiguo Colegio de los Jesuitas, un magnífico edificio de finales del siglo XVII que hoy sirve de vestíbulo de entrada a los visitantes.

El museo se creó originalmente a raíz de la propuesta formulada en 1824 por François-Xavier Fabre (1766-1837), pintor y coleccionista, de donar sus colecciones a la ciudad de Montpellier con la condición de que se construyera un museo para albergarlas. Fabre, galardonado con el Gran Premio de Pintura de la Academia en 1787, había vivido en Roma de 1788 a 1793, y después permanentemente en Florencia. Poco a poco había ido reuniendo una riquísima colección de pinturas y dibujos.

Tras tres años de obras financiadas por el ayuntamiento, el museo abrió por fin sus puertas el 3 de diciembre de 1828. En la actualidad, el museo sigue enriqueciéndose constantemente gracias a numerosas donaciones, legados y compras, y se amplía físicamente a medida que se realizan nuevas adquisiciones en los edificios adyacentes.

Renovado entre 2003 y 2007, representa una de las colecciones más importantes de Francia. En 2021, en siete salas de exposición, la colección permanente contaba con más de 2000 pinturas, 300 esculturas, 4000 dibujos y 1500 grabados. Se completa con una colección de varios miles de objetos de arte. Dentro de estas salas, el público descubre una llamada ruta antigua con pinturas flamencas y holandesas, cuadros y esculturas del siglo XIV a mediados del XVIII, así como una amplia sección dedicada al estilo neoclásico.

La exposición moderna presenta escultores contemporáneos de origen languedociano, como Germaine Richier (La Montagne), fallecida en Montpellier en 1959, Aristide Maillol y René Iché, o artistas del movimiento Supports-surfaces, muchos de ellos oriundos de la región (Claude Viallat, Vincent Bioulès o Daniel Dezeuze).

El Hôtel de Cabrières-Sabatier d'Espeyran, instalado en una mansión del siglo XIX, alberga el departamento de Artes Decorativas del museo Fabre. Esta residencia histórica ofrece a los visitantes la oportunidad de descubrir las condiciones de vida de la sociedad burguesa y aristocrática de los siglos XVIII y XIX. Al haber conservado todos los elementos que componían estos pisos, el palacete Cabrières-Sabatier d'Espeyran ofrece un conjunto único. En los decorados fielmente reconstruidos de sus salones, esta mansión privada revela su notable colección de muebles, así como excepcionales cerámicas y objetos de orfebrería.

El museo también cuenta con un auditorio de 124 plazas que acoge un programa de eventos relacionados con la actualidad artística nacional e internacional, una tienda anexa a la librería Sauramps que ofrece una selección de productos basados exclusivamente en las colecciones del museo, y un restaurante.