CATEDRAL DE SAINT-ÉTIENNE
La catedral de Saint-Etienne d'Agde, acentuada por el carácter imponente de sus fortificaciones con una torre del homenaje de 35 m de altura
No se vaya de Agda sin haber empujado las puertas de este monumento sagrado para sus habitantes. La catedral, construida en el siglo IX, y fortificada en el siglo XII, es uno de los edificios más bonitos fortificados de la región, aunque se parece más a una fortaleza que a una iglesia con su torreón en lo alto. Dominando la plaza, construida en piedra volcánica, presenta muros con un espesor de 2 a 3 metros, matacanes, un camino de ronda y fosas que la habían convertido en una fortaleza impenetrable. En el interior, todo es sobrio: en la bóveda hay un ojo de buey por el que los defensores podían abastecerse con la ayuda de una cuerda. El retablo es de mármol de Carrara, de piedra calcárea de Beaucaire y mármol de Caunes. La nave está iluminada por algunas vidrieras. Un órgano barroco instalado en la tribuna deleita a los amantes de la música durante los diferentes conciertos que se organizan a lo largo del año y, especialmente, en verano.