LE CAFE DE PARIS
El Café de París ha cambiado varias veces de propietarios y de decoración, pero la fórmula bien calibrada para un público joven sigue siendo la misma. Relativamente tranquilo entre semana, el lugar se transforma las noches de fin de semana en una auténtica discoteca, con servicios de orden a la entrada. Toda esta corriente de público festivo desborda ampliamente en el bulevar. La sono del Café de París emite una música generalista (rock, house, discoteca) y competencia al Víctor Hugo en el nivel de la frecuentación y de los decibelios… lo que provocó los azotes del vecino. Un colectivo de barrio se creó incluso para interpelar a la prefectura sobre lo que considera como molestias sonoras reiteradas. Resultados de las compras, cierre obligatorio de todos los bares a las 1 de la madrugada. Una restricción de horarios aplicable a todos -excepto algunos bares menos ruidosos que han podido obtener la derogación de las 2 horas.