Un poco alejado del bonito corazón del pueblo medieval, el Refal es el lugar ideal para un restaurante del fin de semana en familia, pero también se puede degustar el resto de la semana. Un restaurante que recuerda las reuniones familiares, un restaurante de la abuela en el sentido del placer compartido alrededor de platos franceses clásicos con acentos languedoanos y provenzales: cuelga de pollo y de setas, (para grupos) cabeza de ternera ravigota, magret de pato con miel de lavanda… Stephan Michel, el dueño del lugar, ha oficiado un tiempo en Palavas-les-Flots. La carta se beneficia, con una sopa de pescado casero suculenta y su óxido, una olla del pescador, pero también una espalda de besllino asado al sur. En un entorno relajante, familiar, donde los buenos días de la terraza y el jardín son agradables.
J’y vais régulièrement en déplacement pour le travail ou en perso
Je recommande ????