LE BIS BY BAUD & MILLET
2024
Cómo llegar y contactar
Restaurante con terraza panorámica con maridaje de vinos y quesos.
En 1986, G. Baud creó el primer restaurante dedicado al vino y al queso de Burdeos. En 2009, pasó el testigo a X. Brung, también apasionado por el vino y el queso. Al igual que su predecesor, Le Bis de Saint-Emilion pone el acento en los maridajes de vino y queso y en los grandes clásicos de la casa: raclette, fondue, Mont d'Or y una vitrina de 50 quesos. Y también: entrecot a la parrilla sobre sarmientos en la chimenea. Al fondo de la rue Gaudet, Le Bis es una dirección íntima. Los más afortunados pueden disfrutar de la pequeña terraza panorámica. Los grupos son bienvenidos previo acuerdo.
Para más información
Información y horarios en LE BIS BY BAUD & MILLET
Abierto de jueves a domingo al mediodía y de jueves a sábado por la noche. Se recomienda reservar. Raclette tradicional: 30 €. Tabla de 50 quesos: 29 €. Fondue tradicional: 48 € (2 personas). Tapas locas: 32 €. Admite grupos (reserva obligatoria fuera de los días de apertura). Terraza. Venta de comida para llevar.
Mensaje de la Dirección
Situado en Saint-Émilion, Le Bis by Baud & Millet es un restaurante dedicado al maridaje de vinos y quesos de Burdeos. En una cálida sala, con chimenea en invierno, le ofrece recetas clásicas con queso, como fondue y raclette, para un grupo de al menos 8 personas. Una gama de platos y entrantes que incluye tapas, tomme de Saboya con colmenillas, entrecot a la parrilla y jugoso se degustan con vinos excepcionales. El restaurante también le ofrece animación y un servicio de catering in situ para su evento familiar o profesional, como bodas, reuniones familiares, comidas con sus colegas..
Opiniones de los miembros sobre LE BIS BY BAUD & MILLET
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LA DUNA DE PILAT
PLACE DE LA BOURSE
Equipe au top, cuisine excellente ????
La atmósfera es muy acogedora e hicieron el esfuerzo de atendernos en inglés/español. Muy recomendado!
Les prix sont très élevés pour ce qui nous y est servi, et lorsque l’on demande un plat en retirant la charcuterie il n’est pas possible de diminuer le prix (une raclette avec pomme de terre grenailles sera donc à 30€, avec ou sans charcuterie), ce qui est bien dommage pour les végétariens par exemple. L’explication donnée par la serveuse à cela n’est pas compréhensible, à base de « nous sommes un des seuls restaurants ouverts l’hiver et nous devons même refuser du monde ». C’est dommage parce que le restaurant en lui-même est charmant, mais la communication entre la salle et la cuisine n’est pas fonctionnelle comme tout le monde a pu l’entendre au cours du service.