LUCIEN CHRISTMANN
Es a este apicultor aficionado, que sin embargo tiene un taller certificado, a quien van los clientes que buscan una buena miel. Sus colmenas se trashuman en verano en los Vosgos, el Bajo Ródano, el Norte de Alsacia, los forrajeros recolectan diferentes tipos de polen según la región. Esto da de cinco a seis mieles con sabores particulares según el año: acacia - excelente y principal producción -, tilo, crema, abeto, flores, bosque o castaño... También encontrará, pero por encargo, aguamiel, un aperitivo a 15° que también se puede utilizar en la composición de ciertos postres, jalea real, polen, un ingrediente fortificante bienvenido cuando regrese a casa y propóleos, un antibiótico natural contra el dolor de garganta. Estos productos no se fabrican in situ.