GWEN CHOC
Una fachada elegante, un interior moderno, pasteles multicolores que atraen el ojo, todo aquí da ganas de descubrir los productos, todos los caseros, por un equipo joven y apasionado. Geraldine Fraseret aprendió todo en Pelé en Versalles antes de comenzar su nuevo oficio. Cambia cada dos meses la gama de sus pasteles en función de las temporadas y de los deseos de los clientes. Los relámpagos son pequeños aficionados que adornan las papilas. La fresa Tagada es una especie de madeleine de Proust que recuerda suavemente a la infancia. Los panes son variados y cocidos. A mediodía, la casa propone ensaladas, tabulé y bocadillos más originales que el eterno jamón-mantequilla. Se recomienda especialmente el sándwich cabra, nueces, tomates confita y miel o el pollo-curry, que son deliciosos. Pero la especialidad de la casa son los relámpagos, los perfumes originales: fresa-tare@-@ pistacho o pasión-mango, es tan bonito como bueno.
Gwen choc et chic