THÉÂTRE DES 2 ANES
A principios del siglo XX se sucedieron varios cabaretes. En 1910 se inauguró La Truie que se alza. A falta de éxito, cedía su rudo a La Araña, que tampoco fue afortunada. Finalmente, el puerco-espía llegó y acogió a unos ladrones de candelniers como Saint-Granier, Pierre Dac, Gabaroche… otros cambios a la cabeza de la casa crean nuevas denominaciones: El Epatant, luego Los Truands. En 1922, Roger Ferreol y André Dalh retoman la sala y buscan una forma de traer a los espectadores. Un día que discuten y no encuentran nada, transforman su reducción en ejercicio de autocracias: "¡Somos dos! ", se exclaman. De ahí el nombre que entonces toma el teatro. Desde entonces, han sucedido nuevas generaciones de cancilleros en esta escena encabezada por Jacques Mailhot. El principio sigue siendo el mismo: brocarder el mundo político. " Bien hecho y dejar reír "es su lema.