LE MOULIN ROUGE
Cómo llegar y contactar
Es uno de los símbolos más flamantes de Montmartre y de París, mundialmente famoso y que existe desde 1889 Siempre conocido como el "Baile del Moulin Rouge", rápidamente se hizo muy popular y estuvo en el origen de la notoriedad del cancán francés. Hoy en día, la revista "Féerie" es interpretada por 60 artistas -la compañía cuenta con un total de 90-. Puede optar por asistir al espectáculo o por el paquete de cena y espectáculo, que le recomendamos. Una velada única y un recuerdo imborrable: una de las citas ineludibles de la capital.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Para más información
Información y horarios en LE MOULIN ROUGE
Cena y espectáculo a las 19.00 horas desde 245 euros. Espectáculo solo desde 115 €.
Mensaje del propietario
Edith Piaf, Liza Minnelli, Frank Sinatra, Elton John... numerosas celebridades francesas e internacionales se han enamorado de este legendario escenario a lo largo de los años
Una magnífica sala con decoración Belle Epoque y frescos típicos le espera para una cena en la tradición de la gastronomía francesa preparada por nuestro Chef David Le Quellec... platos refinados que se degustarán con Champán, la bebida oficial del cabaret.
Todos sus sentidos se despertarán mientras saborea su comida y contempla el espectáculo... ¡sin moderación!
Admire a una compañía de 60 artistas de todo el mundo que actúan dos veces por noche en el escenario de la revista "Féerie", un espectáculo compuesto por cuatro cuadros impresionantes: plumas, pedrería, lentejuelas, decorados resplandecientes, acróbatas, música original, atracciones internacionales... sin olvidar el famoso y frenético French Cancan. Una velada que no debe perderse, en familia, entre amigos o en pareja
El Moulin Rouge, la promesa de una velada inolvidable
Opiniones de los miembros sobre LE MOULIN ROUGE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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The experience started off on the wrong foot with significant delays entering the venue. Everyone is funneled through a narrow, single-person corridor, which makes the process slow and frustrating. Once inside, the seating situation is just as uncomfortable—tables meant for three are packed with six people, making for a cramped and less-than-luxurious experience.
As for the show itself, it feels outdated. The music, choreography, and overall production seem stuck in the 80s. While I appreciate keeping tradition alive, there’s a difference between honoring heritage and failing to evolve. At times, parts of the performance were even uncomfortable to watch. Given the cost of the tickets and knowing how incredible these types of shows can be, I expected much more.
That said, it wasn’t outright terrible, but it’s clear that the Moulin Rouge is relying on its name rather than the quality of the show. With some modernization while still respecting its roots, it could be an exceptional experience—but as it stands, it’s underwhelming.