Decir que Helena y Sébastien son golosos y gourmets es un suave eufemismo. En efecto, entre el señor que se divierte en reinventar la pastelería y la señora, que demuestra absolutamente todo antes de presentar los productos en la tienda, comprenderá que es un asunto de apasionados. Además de la amplia gama de panes especiales que siguen las estaciones, Sébastien y Helena han puesto al gusto del día la pastelería "a la antigua" como la Douillon de Elbeuf, la polaca, los pasteles… Y eso es sin contar las novedades como el Alter-ego, el otoño y el Duo frambuboise-capg. Hacer feliz tanto como nos gustaría ser felices es el credo de esta pastelería cuya notoriedad sobrepasa con mucho la ciudad debido a las monedas montadas, caseras, que pueden encarnar los deseos más locos de los clientes. Templo egipcio, helicóptero, calabaza… todo es viable. Un verdadero paraíso para los golosos…
Tout est très bon.
Je ne vais plus que là ????
Pour le reste nous essaierons plus tard mais je vous recommande de vous y arrêter et ne pas prendre en compte les quelques avis haineux.
Félicitations aux propriétaires
Pain semoule (comme au Maroc) excellent.
Pâtisserie bon rapport qualité prix
Amplitude horaire tres bien
Personnel aimable et souriant