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Francia, famosa por sus variados paisajes y su rico patrimonio, es un fantástico terreno de juego para vivir experiencias únicas e inolvidables ¿Le gusta descargar adrenalina y busca nuevas sensaciones? Atrévase con su primer vuelo en globo Es una de las mejores maneras de descubrir los diferentes aspectos de una región, tanto su entorno natural como las ciudades, pueblos y monumentos que la enriquecen. Le presentamos 3 lugares donde podrá disfrutar de su primer vuelo en globo, en pareja o con amigos.

1. Giverny, tierra de impresionistas

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Si alguna vez se ha sentido profundamente conmovido por los cuadros impresionistas, ¡este vuelo en globo aerostático es para usted! Se encuentra a poco más de una hora en coche de París a Giverny, en el departamento de Eure. Tras recibir un briefing y ayudar a inflar la aeronave, prepárese para sobrevolar esta parte de Normandía, que fue una fuente inagotable de inspiración para los pintores impresionistas. El globo sobrevolará suavemente la casa de Claude Monet y sus magníficos jardines de flores. El paisaje que se despliega ante sus ojos está formado por exuberantes campos verdes, bosques y el serpenteante Sena. El Parc naturel régional du Vexin continúa desvelando esplendores como el castillo de Villarceaux y la encantadora ciudad de Vétheuil. Más tarde, aprenderá a reconocer los pueblos enclavados en el corazón del valle del Epte, antes de dejarse sorprender de nuevo por las tierras de labranza cubiertas de setos del Pays de Bray.

Sobrevolando esta parte de Normandía comprenderá mejor por qué fascinó e inspiró a tantos artistas en el siglo XIX.

2. Lago de Serre-Ponçon, naturaleza en estado puro

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Las montañas y sus tesoros le prometen un vuelo en globo aerostático memorable. Diríjase a Savines-le-Lac, en los Altos Alpes, para realizar un vuelo a bordo de una góndola de tamaño humano. Esta experiencia íntima le permitirá sobrevolar una de las maravillas de la región: el lago de Serre-Ponçon. Se trata del lago artificial más grande de Francia continental, alimentado por los caudalosos ríos Durance y Ubaye. Aunque sigue siendo un lugar popular para practicar deportes acuáticos cuando hace buen tiempo, seguro que la altura del lago le entusiasmará. Disfrutará contemplando las aguas turquesas del lago, su presa, sus escarpadas orillas que le confieren un carácter salvaje y, por supuesto, las cumbres que lo rodean.

Tenga la seguridad de que no tendrá sensación de vértigo durante todo el vuelo. Todo lo que tiene que hacer es saborear la belleza del paisaje que tiene ante usted, la vista panorámica de 360 grados y las anécdotas de su guía. La experiencia es aún más maravillosa al amanecer debido a la luz. Una vez de vuelta en tierra, un reconfortante brunch le permitirá reponerse de sus emociones y compartir sus impresiones.

3. El Marais Poitevin, de la Venecia Verde a la costa atlántica

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¿Le gusta cambiar de aires? Opte por un vuelo en globo aerostático desde Niort. Al amanecer o al atardecer, según prefiera, surcar los cielos de esta ciudad del oeste de Francia le permitirá contemplar los maravillosos paisajes del Marais Poitevin. Los canales y la densa vegetación que conforman esta región natural de Francia, a caballo entre los departamentos de Vendée, Deux-Sèvres y Charente-Maritime, son de una belleza increíble. No en vano se la conoce como la Venecia Verde. El vuelo permite contemplar esplendores como el rico patrimonio arquitectónico de Niort y la abadía de Maillezais, y después el Sèvre Niortaise, que serpentea entre los álamos hasta llegar a la bahía de Aiguillon. Sobrevolar el Marais Poitevin desde Niort es una agradable sorpresa, ya que al subir al cielo se ve el sol inundando La Rochelle, la isla de Ré, la isla de Oléron y el océano Atlántico.

Tras el vuelo, se recoge el globo y se ofrece un brindis para charlar con el piloto y compartir impresiones.