Pizzas, bacalao en corteza de hierbas, salsa gribiche en un restaurante de Burdeos que ofrece cócteles bien equilibrados.
El Mama Shelter: una puesta en escena, un diseño, una pata única que no encontramos en ningún otro sitio firmado Philippe Starck. El Mama Shelter es un concepto que se multiplica en Francia y en el mundo como aquí en Burdeos a unos metros del Ayuntamiento. La sala del restaurante con aspecto industrial, cuidadosamente iluminada con su bar central (a menudo borracho de mundo por la noche) y sus boyas colgadas en el techo, se dividen en dos espacios. Un espacio acogedor, sofás coloridos, pequeñas estanterías en las que pasan libros, bonitas lámparas frente a un gran ventanal. Otro rincón reúne a los clientes en una larga mesa donde podrás degustar pizzas bajo bombillas tamizadas. Nos gusta o no la decoración, pero en cualquier caso podemos felicitar al equipo en la cocina. Nada que decir sobre todos los platos refinados, buscados y asequibles que varían regularmente. Las entradas pueden repartirse como la tabla mixta de quesos y embutidos o vestirse en solitario como el puerco entero vapor, salsa de grito y avellanas. En el plato se recomienda el bacalao en corteza de hierbas, puré en el estragón, mantequilla blanca al sake. Es generoso y sabroso. Por último,¿podrás tomar un pequeño postre? No un gordo que se puede compartir como el París-Brest o la tarta de fresas y su crema ligera. Para los más impregnados de una decena de pizzas y para los adeptos del brunch, el del Mama es genial. Por supuesto, todo está en una buena carta de vinos y cócteles.
En la planta superior de las habitaciones claras, sobrias, modernas y tranquilas, y unas vistas impresionantes de la ciudad. El decorador ha tocado la historia. No te pierdas: la terraza de los tejados, una bonita y amplia terraza protegida del sol y de la lluvia, ideal para dominar Burdeos a la hora de las comidas o simplemente para tomar una copa. ¡Mama mia!
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Personnel accueillant et pro.
Literie très bonne, chambre bien équipée mais austère.
je souhaite partager avec vous mon mécontentement. J'étais dans une chambre qui donnait sur une rue. J'ai été réveillée à 2 reprises par le bruit de camions (livraison puis service de nettoyage de la ville). Les personnes de la réception (nuit puis matin) m'ont infantilisé (essayez de vous rendormir, c'est peut être vous qui êtes très sensible au bruit, il n'y a aucun problème d'isolation chez nous). Je n'ai pas du tout apprécié qu'on me parle de cette façon. Je considère ce comportement non professionnel, d'autant plus que démentir les propos du client n'est pas une bonne manière de résoudre le problème.
C'est bien dommage et aucun geste commercial derrière.
Aussi, s'il vous manque un petit accessoire (rasoir ou dentifrice...), pas la peine de demander: tout est à la vente. On se sent comme dans un hôtel low cost.
De plus la chambre n’est pas extraordinaire et la literie à revoir.