MAISON BONAPARTE - MUSEE NATIONAL
La segunda planta de esta casa recorre la historia de Córcega y de una familia del siglo .
La Maison Bonaparte se llamó originalmente Casa Bozzi y sólo gradualmente pasó a ser propiedad de la familia Bonaparte, con algunos cambios de dueño. Fue el lugar de nacimiento de Napoleón y aún hoy puede admirarse su cámara natal. Ocupada en parte por la familia Bonaparte en 1682, Napoleón nació aquí, en el sofá de la antesala, el 15 de agosto de 1769. Allí pasó parte de su infancia. Lo que los visitantes ven en su visita no refleja el estilo de vida de la época, ya que durante el efímero reino anglo-corso, la familia había abandonado Ajaccio y la casa fue saqueada por los partidarios de Pasquale Paoli y luego requisada por los ingleses de 1794 a 1796. En 1798, la madre viuda de Napoleón reformó la casa con muebles del Directorio comprados a un marchante marsellés, y añadió una soberbia galería en la terraza, que en aquella época era el salón de baile y de recepciones más bello de Ajaccio. Más tarde se añadió una magnífica barandilla a petición de Laëtitia Bonaparte. Napoleón sólo vio estas renovaciones y embellecimientos una vez, cuando regresó de su exilio en Egipto en septiembre de 1799. Se alojó en ella con todo su séquito y, como él mismo escribió, sentía afecto por la casa y se sentía como en casa, por lo que se encargó de restaurarla y amueblarla. Algunos de los muebles del Directorio adquiridos por Letizia Bonaparte en Marsella aún pueden verse en algunas habitaciones, como el Salón Letizia. También hay 4 cómodas y un secretario fabricados en Milán por el ebanista Maggiolini, así como tres chimeneas de mármol de Busca, todo ello donado por José Bonaparte. Una vez restaurada la casa, Napoleón III la convirtió en museo. Donada al Estado en 1923 por el príncipe Víctor Napoleón, único heredero de la emperatriz Eugenia y de Napoleón III, fue declarada monumento histórico en 1923. En la actualidad, la casa es un museo nacional, y los visitantes pueden recorrer las distintas estancias, especialmente la primera planta, que se abre a los pisos amueblados de época. En la segunda planta se puede descubrir y recorrer la historia de Córcega y de la familia en el siglo XVIII, a través de mapas, objetos y retratos.
Frente a la casa hay una pequeña isla verde con un busto del rey de Roma, obra de Vezin.
La Maison Bonaparte se convirtió en museo nacional en 1967, gestionado por la Direction des Musées de France.
Nous ont suivi tout le long de la visite, sentiment d’insécurité….
Je déconseille à cause de l’accueil malgré que la visite soit très interessante…
They check bagpacks if you have liquids
Il faut vider toute nourriture. Pas d’eau. Même la barre de mars est suspecte.
Pas de possibilité de laisser un sac en consigne.
Visiteur passe ton chemin et attend que la sécurité soit plus clémente. La fouille du sac est plus complexe que celle de l’aéroport.