LIBRAIRIE SAINT-MICHEL
Aunque los comercios locales tienden a desaparecer en la inmensa Rue Nationale, algunos pequeños comercios sobreviven, como la librería Saint-Michel. Es en este pequeñísimo establecimiento lleno del olor característico de los libros donde el visitante entra con cautela. Hay que decir que todo el lugar está dedicado a libros de todo tipo, en grandes armarios que llegan hasta el techo, y entre los que hay que abrirse paso, como un explorador, o incluso un espeleólogo. En esta especie de bosque de novelas de todo tipo, uno se siente a la vez intimidado y encantado por la autenticidad del lugar, en el que el propietario, buen conocedor de la literatura, sabe poner a sus clientes a gusto. Tanto si se trata de libros nuevos como de clásicos, novelas o cómics, artículos de papelería, el hombre siempre está dispuesto a aconsejar. Una pequeña tienda con un encanto innegable, para los nostálgicos de las librerías de barrio. La oferta es ciertamente más limitada que en las grandes superficies, pero la profesionalidad y la acogida, por no hablar de la disposición del local, satisfarán a los amantes de los libros.