Restaurante que ofrece un buffet libre, platos antigáspidos, menú de carnes, aves y mariscos.
A las puertas de la estación de Lille Flandres, el Palais du Dragon es un establecimiento práctico para comer en el pulgar, entre dos trenes. A mediodía, buffet a voluntad: sopa china, nems y raviolis, sushis y makis, rosñones de todo tipo, carnes en salsas, acompañados de verduras, fideos y arroz cantonés. No hay que tener los ojos más grandes que el vientre. Es mejor descansar que dejar platos llanos. El establecimiento lucha contra el desperdicio y si te tomara un plato lleno, te cobraría. ¡Se les advierte! La carta propone una amplia selección de especialidades al vapor, sopas tradicionales, platos de marisco, carne o aves de corral… Si tienes tiempo, déjate probar por la fondue china. No hay originalidad desbordante en los postre: litchis en jarabe, filete de sésamo, bola de coco… El restaurante está limpio, el ambiente es acogedor, la decoración invita al viaje. El personal es acogedor y sonriente, lo que no arruina nada.
Le saumon des maki il fait peur.
Les rouleaux de bœuf fromage… le fromage semble périmé.
Le cocktail mojito c’était vraiment pas top.
C’est mon pire jap’ à volonté…