Las habitaciones de huéspedes más bonitas Cataluña

Situada en el corazón de los Pirineos de Cataluña, Casa Leonardo es una antigua tienda de comestibles reformada para convertirse en una bonita casa de huéspedes rural. Ya sea por el fuego en invierno o por el río en verano, el encanto de esta casa y sus alrededores lo embriagarán para una estancia relajante y exótica. Cerca del Parque Nacional de Aigüestortes, del lago Saint-Maurice y del valle de Boi, los amantes del senderismo estarán encantados. Casa Leonardo es una historia familiar, Mireia da la bienvenida a sus huéspedes y ofrece varias actividades para descubrir los secretos de la región (cata de vinos, senderismo, observación de la fauna, visitas a museos y castillos...), además de degustar los deliciosos platos catalanes. Cada habitación está decorada para que te sientas como en casa y muchas chucherías añaden un encanto único. Una agradable terraza, un restaurante y una tienda de comestibles a la antigua se suman a la larga lista de cualidades de esta finca. Todo ello con un espíritu eco-responsable

El Montse et Èric ofrece una cálida bienvenida en esta casa tradicional dedicada al turismo rural, situada en el corazón del parque natural de Els Ports. Les Barberes dispone de 5 habitaciones con decoración singular, sencilla y cómoda, un salón común de aspecto rústico con TV y chimenea, un estudio totalmente equipado (de 2 a 4 personas) y un restaurante que sirve cocina elaborada con productos locales. Hay bicicletas de uso gratuito para los huéspedes. Un establecimiento sencillo y estratégico para explorar el parque natural.

En pleno centro de Sitgès, a 500 m de la playa y 400 m de los principales bares gays, esta pensión típicamente mediterránea rodeada por un jardín cuenta con 6 habitaciones dobles (llamadas Berlín, Amsterdam, Mykonos, Key West, Ibiza, Brighton), todas con cuartos de baño independientes, wifi, televisor, minibar, ventilador.

El Mas Salvanera es único en su género: su arquitectura medieval se desarrolló a voluntad de la historia alrededor de una torre de defensa construida en 1234 para proteger el territorio de las incursiones árabes. La torre, siempre visible, ha ganado con el tiempo unos seis edificios en los que hoy se encuentran 10 habitaciones de huéspedes con carácter original, con mobiliario antiguo y elegante. El jardín florido es una pequeña maravilla y la terraza sombreada situada al norte de la gran piscina es ideal para pasar momentos agradables en la bella temporada. Un lugar coqueta, donde la ruralidad codea el lujo.