Historia y cultura local Suecia

El pueblo es un símbolo de la historia de la industria y el comercio del país. Una experiencia kitsch para algunos, emocionante para otros, el pueblo consta de casas hechas totalmente a mano a la manera vikinga. De adobe, paja y madera. Vestidos con trajes de época, los habitantes se afanan en el astillero, tallan el arco del último drakkar o tejen zapatos de cuero, curten pieles y afilan flechas. Los niños pueden disfrazarse.

Estas cabañas rojas con ventanas y alféizares blancos son únicas. Se construyeron para que los feligreses que vivían lejos pudieran acudir a los servicios religiosos y, por tanto, quedarse unos días. Por ese motivo son tan pequeñas. Esta tradición se sigue respetando, y los propietarios no pueden vivir aquí todo el año. En el número 253, situado en Framlänningsvägen, la cabaña Kyrkstuga está abierta durante los meses de verano. Construida hacia 1750, refleja las edificaciones realizadas por la burguesía de la época.

A 20 kilómetros al sureste de Västervik (ida y vuelta), este pueblo de casas rojas y amarillas construido a orillas del agua es uno de los más bonitos de Suecia, ¡así que no deberías perdértelo! Cuando se pone el sol, la luz es soberbia... ¡Los aficionados a la fotografía se irán contentos! Un pequeño extra: este pueblecito forma un triángulo con los pueblos pesqueros de Nävelsö y Marsö, que también merecen una visita si buscas algo pintoresco

Tom y Lotta Svensson, pastores de renos, le enseñarán a pastorear con el rebaño, le ayudarán a familiarizarse con las chozas de los osos y le hablarán de chamanismo alrededor de un buen fuego y de un café. Una forma interesante, gratificante y auténtica de sumergirse en la cultura local. Proponen varias actividades; pregunte directamente en el establecimiento. En verano, puede pasar una o más noches en una kåta, un refugio tradicional. Todo ello en un relajante entorno natural.

El pueblo amurallado de Västergarn, a 5 km al sur de Tofta Strand, fue un importante centro comercial en tiempos de los vikingos. La historia queda claramente plasmada en las murallas de la ciudad, la iglesia medieval y las ruinas de la antigua iglesia y el castillo. Se cree que la muralla de la ciudad se construyó alrededor del año 1000 y que originalmente rodeaba Västergarn por completo. En la actualidad tiene una longitud aproximada de 1 km. En Gotland no hay ningún lugar similar, y en Suecia el sitio más comparable es probablemente la ciudad amurallada de Birka.

Detrás de la catedral hay una piedra funeraria vikinga muy antigua que data del año 1000. Encontrada en la capilla este, tiene un texto de una runa grabado en forma de serpiente. La traducción se encuentra en un panel descriptivo cercano: "Piedra erigida por Tyke el Vikingo en memoria de Gunnar, hijo de Grim. Que Dios proteja su alma".

También se detalla el alfabeto rúnico: la oportunidad de escribir tu nombre con las letras de los antiguos pueblos escandinavos.

Se trata de un yacimiento poco conocido, pero posee la mayor concentración de grabados rupestres del norte de Europa, realizados entre los años 4000 y 1500 a.C. Las tribus y grupos de cazadores y pescadores que habitaron este valle dejaron miles de frescos, dibujos y símbolos en las rocas. Personajes, alces, huellas, barcas cónicas... Estas obras pueden verse todos los días del 15 de junio al 15 de agosto, cuando baja el nivel del agua por la acción de las presas.

El pueblo-iglesia de Arvidsjaur se conserva muy bien. Estas cabañas laponas con forma de pirámide nunca han estado habitadas permanentemente por los samis, sino que se utilizaban como alojamiento nocturno durante los servicios religiosos obligatorios. Hoy en día, las construcciones siguen siendo propiedad del pueblo sami. Es el pueblo sami más grande que se conserva, con muchas dependencias y graneros que datan del siglo XVIII. ¡No se lo pierda si pasa por Arvidsjaur!