Las mejores cervecerías Suecia

Este pequeño e íntimo café es recomendable para todos los amantes de la buena cerveza El menú cambia regularmente para destacar el mundo de las microcervecerías suecas y, en particular, las situadas en el condado de Estocolmo. De barril, en botella o en lata, se pueden degustar cervezas de sabores sorprendentes... ¡e incluso de colores! Conviene llegar pronto, ya que los asientos son escasos, pero las reducidas dimensiones del local contribuyen a su comodidad y calidez, sobre todo si te sientas en la barra.

Amantes de la cerveza, no perdáis la oportunidad de presentar vuestros respetos a esta institución Construida en la década de 1900, Ölhallen 7: an es la cervecería más antigua de Suecia, ¡la auténtica! A principios del ^siglo XX, había 14 cervecerías y tabernas de vino y cuatro tabernas de licores en la plaza. Los comerciantes solían venir aquí al final del día para un merecido descanso. El interior restaurado, con paredes de madera, es original y le hará retroceder en el tiempo. No deje de probar las cervezas de la casa Ljusare än det ena y Mörkare ändet andra.

La cervecería Möllers es un lugar donde los lugareños se reúnen para tomar una buena pinta los viernes o sábados por la noche después de una larga semana de trabajo. Ubicado en una antigua casa con entramado de madera en el centro de la ciudad, este agradable bar sirve cervezas locales frescas, entre ellas Ystad Färsköl, el orgullo del lugar. Antiguamente, esta casa era una maltería que suministraba a las cervecerías locales el grano de malta que necesitaban. No cabe duda de que se ha conservado su espíritu. Aquí también se puede comer.

Un pub con libros y un ambiente británico muy agradable donde se puede disfrutar de una buena cerveza, como la Bulldog de Gotland (el establecimiento ofrece 200 cervezas por botella y 30 de barril, buena parte de las cuales proceden de microcervecerías suecas y extranjeras) y, por qué no, comer algo: la pita de carne de reno es auténtica, y la hamburguesa especialmente deliciosa. En cuanto a la clientela, el obispo se compone principalmente de lugareños, y en particular de los trabajadores de Sundsvall durante el afterwork.

Adquirido en 2002 por Andy Beerson y su familia, este edificio del ^siglo XIX, antigua fábrica de cerveza, ha sido renovado a lo largo de los años hasta convertirse en una institución de Malmö. Tras los altos muros de ladrillo hay una sala de conciertos y un club, y ahora un pub y una cervecería que produce su propia cerveza, llenando de nuevo el local de sabores a lúpulo. En total, hay siete cervezas elaboradas en el local que se pueden degustar: ¡es difícil encontrar un circuito más corto!